martes, 27 de diciembre de 2011

Un poco de blues y rock

Para arrancar la semana final del 2011, un poco blues y rock con un groso de la guitarra.



jueves, 24 de noviembre de 2011

Así escriben en La Nación

En un artículo del diario La Nación publicaron lo siguiente:

Entre los políticos que se sumaron a la propuesta se destaca el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, quien anunció ayer que anunció que renunciaría a los subsidios y que le pediría a sus ministros que hicieran lo mismo: "Voy a renunciar al subsidio domiciliario a los servicios públicos y le pedí a todo mi Gabinete que haga lo mismo", informó desde su cuenta en Twitter.

Acá el link de la nota completa: http://www.lanacion.com.ar/1425811-susana-gimenez-tambien-renuncio-a-los-subsidios

miércoles, 23 de noviembre de 2011

"Cristina autorizó el tráfico de influencias en la minería" - Miguel Bonasso

Entrevista a Miguel Bonasso que publicó el diario La Nación.

En su nuevo libro, "El Mal. El modelo K y la Barrick Gold", el diputado y periodista denuncia el acuerdo que le permite a la minera canadiense llevarse enormes ganancias mientras contamina la cordillera con la explotación de oro.
Por Víctor Pombinho  | LA NACION

El diputado y periodista Miguel Bonasso, autor de la Ley de Glaciares , viene de sacar el libro "El Mal. El modelo K y la Barrick Gold. Amos y servidores del saqueo de la Argentina", en el que acusa al gobierno de Cristina Kirchner de permitir que la minera canadiense destruya los glaciares en Veladero y Pascua Lama y se lleve enormes ganancias del país gracias a la explotación de oro y enormes ventajas impositivas.
De acuerdo a Bonasso, el presidente de la Barrick , el multimillonario empresario Peter Munk, estuvo asociado al ex presidente de Estados Unidos George Bush y al traficante de armas Adnan Khashggi, en negocios turbios como el escándalo Irán-Contras.
Lo primero que sorprende del libro es el título. La asociación con El Mal se suele hacer con Hitler o incluso con Videla, pero parece extraño hacerla con el gobierno de Cristina y una empresa privada.
Lo que pasa es que es todo un modelo, un sistema que conduce a una destrucción muy grande de la vida. Y si no a un genocidio como en el caso de Hitler, sí a un ecocidio. La megaminería a cielo abierto tiene efectos fatales para el medioambiente. Algunos expertos en este tema han dicho que no hay megaminería responsable, contradiciendo el lema de la Barrick. Porque si uno en primer lugar vuela con dinamita cientos de miles de toneladas de roca está esparciendo arsénico por el aire, antes de usar el cianuro. Y si está adentro de un área de glaciares, los oscurece con un manto de polvo. Y luego el uso del cianuro, que no se va de la naturaleza fácilmente. Por eso hay siete provincias argentinas donde está prohibida la megaminería. Por algo se hizo el plebiscito en Esquel, donde la gente le dijo "no" a la mina con el 81 por ciento y por algo está prohibida en la Unión Europea.
Los recursos no son eternos y el perjuicio que se puede generar para las próximas generaciones es muy grande. Todo eso conforma una enfermedad, por eso El Mal, en un sentido patológico. Estamos hablando de un sistema enfermo que no conduce a nada bueno.


Una pregunta filósofica: ¿Por qué hay gente que desea riqueza al punto de matar, violar, contaminar, desterrar pueblos, sobre todo cuando ya tiene un nivel de riqueza considerable? ¿Hasta dónde puede llegar la ambición de un hombre como Peter Munk?
Por un lado, la respuesta la da el amigo Nietzche con la "voluntad de dominio". Por otro, en el mismo sentido, Alfredo Yabrán, cuando tuvo esa discusión con Domingo Cavallo y Héctor Grisanti, que era director del Correo, le preguntó "Yabrán, ¿para qué quiere más guita?", y Yabrán lo palmeó y le dijo "Ay Grisanti, usted no sabe lo que es el poder.". Esa es la respuesta. ¿Por qué la Presidenta no se conforma con haber tenido un 900 por ciento de crecimiento de su patrimonio desde que Néstor asumió en 2003? Es una barbaridad. Y eso es lo que está en blanco. Ya tendría para sobrevivir ella, Máximo y Florencia y los hijos de ellos.
"Los recursos no son eternos y el perjuicio que se puede generar para las próximas generaciones es muy grande".
El oro es además un símbolo del poder. No sirve para nada. Es una codicia que va más allá de la vida. El año pasado, de Veladero, la Barrick se llevó 1000 millones de dólares. O sea que tienen una renta extraordinaria, porque nuestros costos aparte son muy bajos, cosa que enorgullece al ministro Julio De Vido, cuando debería avergonzarlo.
Usted tuvo una relación cercana con los Kirchner desde antes de que llegaran a la Presidencia. ¿Piensa que cambiaron cuando llegaron al poder, o que esta relación entre negocios y política ya existía cuando estaban en Santa Cruz?
Luego de la debacle de 2001, me parecía, dentro de la corporación política, que tenían una sensibilidad más cercana a la mía en materia de Derechos Humanos y que además habían leído el mensaje de la sociedad. Cuando Néstor cambia la Corte Suprema y toma algunas otras medidas, me pareció que estaba escuchando el mensaje del pueblo. Entonces yo pensaba "no es un gobierno de santos, pero puede ser una transición hacia otra cosa". Y en algún punto fue así. Néstor tomó algunas buenas medidas, como la renegociación de la deuda. Pero después, cuando él se hace cargo de la presidencia del PJ se hace cargo de lo que yo llamaría "la reunión de las famiglias", como en El Padrino. Y entonces Cristina veta la Ley de Glaciares, respondiendo a ese interés de "la famiglia" Gioja, que a su vez está asociada a la Barrick.
En el libro acusa a los hermanos Gioja directamente de corrupción, pero con Cristina no es tan concreto. Dice que Cristina es socia de la Barrick, ¿pero de qué forma? ¿Ella se lleva parte de las ganancias?
No acuso a la Presidenta de enriquecerse ilícitamente. Yo la acuso de favorecer a la Barrick y su instalación en Argentina. En esa instalación se han cometido grandes ilícitos de todo tipo: fiscales, se violó la ley general de ambiente porque la Barrick no tiene seguro ambiental, se ha entregado la soberanía. La acuso de algo mucho más grave que el haberse quedado con una coima. Por ahí existe la coima, yo no la pude comprobar. Lo que sí pude comprobar es que la Barrick puso 50 lucas verdes cuando Cristina fue a hablar en el Council of America. Cuando Cristina permite que su secretario de Minería haga negocios con la Barrick, está autorizando el tráfico de influencias. Cuando Cristina permite que Gioja haga negocios con la Barrick, está autorizando el tráfico de influencias. Cuando acepta que su secretario de Hacienda haga un tratado secreto con Chile en términos tan lesivos para la Argentina está cometiendo un ilícito. Por todo esto yo la acusé ante la Justicia de tráfico de influencias, al igual que a sus secretarios de Estado y a Aníbal Fernández, que violó la Ley de Bosques y la Ley de Glaciares.
"En San Juan hoy solo se pude cultivar el 20% de las tierras por la falta de agua. La Barrick paga 93 pesos por día por los millones de litros que usa".
Según su descripción, a la Argentina no le queda nada del negocio de la megaminería. ¿Entonces cuál es el incentivo para realizar este tipo de emprendimientos en el país?
Ellos lo que alegan es que hay creación de puestos de trabajo, desarrollo, donde de otra manera no habría. Pero esto no es así, porque los trabajos son transitorios. Se crean, tanto directos como indirectos, en la etapa de construcción de la mina, en la etapa en la que ahora está Pascua Lama. ¿Pero ahora en Veladero cuánta gente está trabajando? Mucha menos. Los empleos bajaron drásticamente. ¿Qué pasa en Chile? En el valle de Huasco, donde la megaminería lleva más de 10 años, lo que ha quedado es una inmensa miseria. No se han creado puestos de trabajo ni nada.
En San Juan hoy solo se pude cultivar el 20% de las tierras por la falta de agua. La Barrick paga 93 pesos por día por los millones de litros que usa. Si la Barrick tuviera que pagar el agua, no invierte. Chile pone el 10% del agua y la Argentina el 90. Y se queda con el retrete de cola, con el water close de la mina. Queda un agujero del tamaño de la Reserva Ecológica de Buenos Aires de lodo cianurado. ¿Cuánto tiempo tarda la naturaleza en metabolizarlo?
La Ley de Glaciares no fue una ley contra la minería. Sino para que no se puedan tocar los glaciares y periglaciares de alta montaña, no solo con la minería, sino también con actividades industriales. No se pueden tocar con nada, porque son la fuente de nacimiento de los ríos de montaña, que son finalmente el sistema fluvial de la Argentina. Ellos se autoincriminaron cuando fueron a la Justicia solicitando un amparo contra la Ley de Glaciares. ¡Una empresa extranjera! ¡San Martín los hubiera echado a sablazos, les hubiera cortado la cabeza!
¿Cuáles son las perspectivas a futuro de la Ley de Glaciares, teniendo en cuenta que en San Juan la frenaron con un amparo?
Es muy interesante ver quiénes hicieron el amparo: la Barrick y la Asociación Minera Argentina de la CGT de Hugo Moyano. Hay otro sindicato arriba, de la CTA, que lo han boicoteado. El de la CGT salió a pleitear contra la Ley de Glaciares, autoincriminándose, como la Barrick.
La Corte Suprema tiene que decidir.


¿Y cómo cree que va a fallar la Corte?
Yo honestamente creo que con un gobierno que saca el 54%, los jueces lo deben estar pensando. Además, Eugenio Zaffaroni está bastante cerca del Gobierno. Yo soy realista, por ahí la Corte nos da una sorpresa agradable, ojalá. Lo concreto es que el Poder Ejecutivo está violando la ley antes de que la Corte se expida. El señor Aníbal Fernández le encargó a la fundación Innova T, que tiene relaciones con la Barrick, que realice el inventario de glaciares. Administraron fondos de la Barrick, estamos en la misma. ¿Cómo voy a confiar en que el zorro me va a hacer un recuento de las gallinas que hay en el gallinero. Ese trabajo hay que dárselo a alguien impoluto.
¿Y no se puede hacer megaminería aunque sea cobrando los impuestos que hay que cobrar?
Le dieron 18 ventajas impositivas a la megaminería. Pero la principal es la que ideó el geólogo Alberto Kohan y fue perfeccionada por Angel Maza y José Luis Gioja: el tope de regalías. Para unificar en las provincias el porcentaje de regalías quedó un tope del 3. En otros países es del 14. Son todas a favor. Estamos hablando no de una ganancia simple, sino de una renta extraordinaria. Según el propio Peter Munk, el precio del oro va a seguir subiendo. Se están llevando en pala 1500 dólares por onza. Con esa renta se pueden sobornar gobernadores, presidentes, ministros, secretarios de Estado, periodistas, etc, sin ningún problema. ¿Y cuál es la política frente a eso? Que venga más minería, no importa qué característica tenga. La política del secretario del área, Jorge Mayoral, es convertir a este país en uno de los principales productores mineros del mundo. Entonces ahí también nos enfrentamos a El Mal. Porque es un modelo extractivo, de primarización, que nos retrotrae a Potosí, a la colonia. Estamos como antes de la Independencia. Y yo no quiero eso para la Argentina.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Así escriben el Olé

Fragmento de la nota que publicó Olé en el dia de la fecha. Otro mamarracho.

Sabella, además de gritar "vamos carajo, vamos carajo", en la conferencia remarcó que "fue un desahogo", destacó el carácter del equipo y, feliz, se adelantó le deseó "Feliz Navidad" a la gente. Messi, exhausto, mostró su alegría por ese segundo tiempo y remarcó que "hay que jugar así". También el 10 habló de la "espectacular reacción" del equipo. Y se escuchó la alegría de Braña, de Fede Fernández, de Higuaín, de Romero, descargándose después de una semana difícil por el 0-0 vs. Bolivia.

martes, 15 de noviembre de 2011

Chris Cornell en Argentina

Cumplí un gran sueño. Ver el show acústico de este genio de la composición y del canto. Gracias a mi esposa que me invitó y justo el día de aniversario. Un gesto de amor y cariño inolvidable.

La primera canción me hizo emocionar.


martes, 8 de noviembre de 2011

Así escriben en Clarin

Hoy leo una nota que publica Clarin sobre Pearl Jam y me encuentro con esto:

Vedder junto a Jeff Ament (bajo), Stone Gossard (guitarra rítmica), Mike McKenzie (guitarra principal) y Matt Cameron (batería) recibieron a la prensa internacional para hablar de sí mismos, claro, y del documental PJ20 que dirigió Cameron Crowe, el cineasta de Casi famosos , ya visto aquí.

¿Cómo se puede escribir mal un apellido? Increíble.

Acá el link de la nota: http://www.clarin.com/espectaculos/musica/titulo_0_587341266.html

lunes, 7 de noviembre de 2011

"El teatro tiene que ser inservible" - por Juan Daulte

Posteo la exclente entrevista que le hizo Ñ al dramaturgo Daulte. Imperdible.

Es uno de los dramaturgos y directores más influyentes de la escena nacional, con cinco obras actualmente en cartel en Buenos Aires –que incluye “4D Optico”, que acaba de estrenarse en el Cervantes–. Polémico y provocador, cree que el teatro debe ser un lugar sólo para pasarla bien y que quienes lo hacen tienen que ser pares. “Hay cierta desesperación por el rupturismo”, dice.

POR Diego Manso


Velo por preservar la inutilidad del teatro, porque es la única manera de garantizar la libertad creativa. Si el teatro sirviera auténticamente para algo, estaríamos en problemas. El teatro tiene que ser básicamente inservible.” Quien dice esto es Javier Daulte, autor y director y una de las voces más influyentes del teatro argentino. Influyente no sólo a nivel local: las obras de Daulte se han representado en varias partes del mundo, traducido al inglés, catalán, francés y sueco; un par de ellas se adaptaron al cine (Nunca estuviste tan adorable y ¿Estás ahí?) y ¿Cómo es posible que te quiera tanto? y Automáticos se estrenaron como telefilme para la televisión catalana. Fue director artístico del Teatre La Villarroel, en pleno Eixample de Barcelona y su método de trabajo con actores se estudia en la escuela EÒLIA de la misma ciudad. Si todos estos datos suenan muy impresionantes, apunte el lector que por estos días Daulte tiene cinco obras en cartel en Buenos Aires, cuatro como director en el circuito comercial ( Baraka , de María Goos; Filosofía de vida , de Juan Villoro, con Alfredo Alcón y Rodolfo Bebán; Lluvia constante , de Keith Huff y Espejos circulares , de Annie Baker) y una pieza de ciencia ficción que acaba de estrenarse en el Teatro Nacional Cervantes, 4D Optico , con un elenco que incluye a Luciano Cáceres, Gloria Carrá, Elisa Carricajo, Héctor Díaz, la gran Gaby Ferrero, Rafael Ferro, Andrea Garrote y Julieta Vallina (ver recuadros).
Autor de una veintena de obras, habrá que rastrear los orígenes de Daulte en Caraja-ji (1995-1997), una agrupación de dramaturgos que incluía, entre otros, a Rafael Spregelburd, Alejandro Tantanian e Ignacio Apolo, aunque para ese entonces él ya había estrenado en el Payró Criminal , una suerte de fenómeno independiente de aquel entonces. Todavía cuestionada por cierto sector de la crítica, que la considera desideologizada, la dramaturgia de los 90 fue, sin embargo, el puntapie inicial del aluvión teatral que por estos días vive Buenos Aires. Las características, límites y excesos de ese aluvión son otro cantar...
Habla Daulte:
Cuando decís que el teatro tiene que ser inservible, ¿a qué te referís?
Que no sirva, que no sea útil. Si se demostrara que un tipo de teatro ayuda a curar el cáncer, por ejemplo, habría que fiscalizar el teatro y todo el mundo debería hacer ese tipo de teatro. Entonces el teatro se convertiría en una gran puta y, dependiendo de quien lo fiscalizara, podría convertirse en un teatro para causas nobles o un teatro para causas nefastas. Por eso yo digo que ojo, que si algo está sano en este país es la creación, es el gran baluarte que tenemos aquí. Por algo vienen de afuera a ver cómo lo hacemos...
¿Empezás en el teatro como actor o ya escribías algo?
Empiezo actuando. A los 14 años, algo se despertó en mí. Algo me capturó. Como dice Alain Badiou, fui capturado por una verdad, en este caso una verdad artística. En mi casa había una tradición de cultura general, era una familia tipo, igual a la familia de Mafalda: mi papá, que trabajaba en una compañía de seguros; mi mamá, que era ama de casa; una hermana mayor y yo. La literatura y el cine eran los patrones culturales que se manejaban en mi casa. No el teatro. En mi casa estaban inquietos con que yo fuera medio burro, entonces me hacían leer. Mi hermana tenía una natural afición por la lectura, pero yo no.
¿La inquietud de ellos era por algo?, ¿dabas indicios de ser un mal alumno?
No, no. Yo era un buen alumno, siempre sacaba buenas notas. La inquietud de ellos era por tradición, porque “hay que leer”, porque “hay que cultivarse”. Trataban de darme libros con gancho, algún policial, alguno que tuviera una cosa un poco erótica para que yo me enganchara. Un día me llevaron al teatro a ver Despertar de primavera , en el teatro Olimpia, cuando yo tenía 14 años, una versión que dirigieron Agustín Alezzo y Hedy Crilla, y ahí pasó algo, algo me ocurrió con el hecho escénico y empecé a ir al teatro de forma compulsiva casi. Estamos hablando del año 1976, ni más ni menos. Iba solo y era una rareza, sobre todo en mi círculo. Aunque, incluso hoy en día, que a un chico de 14 años le guste ir al teatro más que cualquier otra cosa no es lo más común del mundo, ¿verdad? No sabía que quería dedicarme a eso, sólo que me fascinaba el universo, todo lo que pasaba en el teatro.
Además de “Despertar de primavera”, ¿cuáles fueron para vos las obras iniciáticas?
Algunas del Grupo de Repertorio (que dirigía Agustín Alezzo), Sólo 80 , Tiempo de vivir , después Visita , de Ricardo Monti en el Payró, Boda blanca , dirigida por la Yusem, Juegos a la hora de la siesta , de Roma Mahieu, en el Embassy… Era un momento sumamente interesante… Ahí empecé a leer teatro compulsivamente: Ionesco, Camus, Sartre; los libros de teatro que había en mi casa, donde el teatro se consumía como literatura. Ahí fue que un amigo de mi hermana me llevó a un taller de teatro y luego yo, por ver espectáculos en el teatro Payró, decidí ir a estudiar ahí, en el grupo para adolescentes.
¿Felisa Yeni daba las clases?
Felisa y Mónica Galán… Ya escribía yo en ese momento. Visto ahora, a la distancia, pienso cualquier cosa que sucediera adentro de un teatro me parecía el mejor de los planes. Atender la boletería, barrer la sala, cualquier cosa... De hecho hice de todo.
¿Qué escribías en esa época?
Mi escritura tenía ese matiz adolescente de pretendida poesía o algo así. Pero también esbozaba como pequeños textos de teatro. A mis 17 años se produjo toda una circunstancia muy rara, cuando Felisa me dijo si podía ser asistente de ella en las clases de los nuevos alumnos. A mí me pareció genial la propuesta, pero ahora que lo pienso, pedirle eso a un pibe de 17… En fin, que había un ejercicio que consistía en un breve diálogo para darle a los alumnos, cuatro frases, una huevada. A partir de eso yo escribo una obra breve, que hoy en día es mi primera obra y que se llama Dos mujeres . Todavía hoy se hace, como poco, cinco veces por año en Buenos Aires. Llamativo lo que pasó con ese texto... Se ha hecho en todas partes, en España, en México, en Venezuela… Es que es un buen ejercicio para dos actrices o para un director debutante… Ahora estoy por publicar mi obras breves, porque desde hace diez años, desde que arrancó el mail más o menos, me piden esa obra por lo menos tres veces por semana.
Mirá vos...
¿Viste esos pequeños fenómenos? Bueno, al mismo tiempo no es más que eso, un pequeño fenómeno. Es una obra breve para talleres. La escribí a los 17, pero la rescribí a los 20, para mí era un ejercicio también. La escritura quedaba para mí, todavía, en un lugar muy lejos.
¿Y quiénes eran tus modelos?
Mi modelo era Ricardo Monti. Mucho más que Tito Cossa, si bien lo admiro profundamente. Yo en esa época había visto El viejo criado , una primera versión dirigida por el propio Tito, que me fascinó. Pero el mundo que planteaba Monti me parecía tanto más interesante, onírico, mágico, misterioso. Entonces, claro, a mí el lugar del autor, me quedaba lejos… Para ser autor en ese momento tenías que tener una estatura intelectual, ideológica y blablablá que yo sentía que estaba fuera de mi radar… ¿Por qué crees que se necesitaba todo eso? Estamos hablando de la dictadura donde, ya sea por un propósito consciente o por defecto, mucha gente de la intelectualidad se instituyó en guardiana de las verdades que no se podían enunciar de manera pública. Había algo que no era posible legar. Primero porque cuando –por tu trabajo o por tu compromiso– te convertiste en guardián de esas verdades, resulta difícil suponer que alguien sea capaz de hacer esa misma tarea con el mismo celo que vos... Y, por otro lado, no había a quién legar porque la generación siguiente estaba diezmada, desaparecida o exiliada. Si vemos quiénes son los artistas que sirvieron de puente entre aquella generación (con Tito Cossa a la cabeza, Monti, Griselda Gambaro, Tato Pavlovsky) y la nuestra, hay una que falta. Y esa generación está representada por una o dos personas: Veronese…, ¿quién más? Ni siquiera Kartun.
¿Por qué Kartun no?
Porque Kartun era alumno de Monti casi al mismo tiempo que yo. Lo que pasa es que él fue muy tardío y yo muy prematuro. De hecho, cuando Kartun escribe Chau Misterix , su primera obra, la hago yo como muestra en el taller de actuación… Entonces, te decía que el legado era muy complicado. Tuvo que terminar la dictadura y tuvieron que pasar los 80, que fueron una época muy de performance , donde toda una generación creó una textualidad muy despegada de la literatura. Sucedió eso porque el teatro ya no se tenía que tomar el trabajo de burlar a la censura, las cosas que durante la dictadura sólo se podían decir en el teatro, a partir de la democracia se empezaron a decir en televisión… Ahí se generó un gran bache dramatúrgico, desde el 83 al 95 no pasó nada. Lo más interesante que ocurrió es Teatro Abierto, que es el último gran coletazo de ese teatro que era una especie de gran agitador político. Se intenta reciclar a Teatro Abierto hasta que murió boqueando porque, justamente, carecía de sentido.
¿Cómo se rompe esa situación?
Cuando empieza a tomar cuerpo, entidad artística, lo que diez años atrás se consideraba una boludez o una frivolidad. Mi primera obra desde el punto de vista de mi inserción o aporte a la dramaturgia es Criminal , que cuando yo la escribí, en el 89, era considerada sólo una obra ingeniosa y divertida. Que no quería decir nada.
Ok, pero volvamos un poco atrás: cuando empezás a tomar clases, con Monti, ¿cómo era tu relación con tu ser actor?
Los caminos no son todos paralelos, ¿viste que la vida no es ordenada? Seguí estudiando actuación con Carlos Gandolfo, que fue realmente mi gran maestro… No sólo de actuación, fue mi gran maestro de dramaturgia, con él entendí muchas cosas del teatro. Y actué en algunas obras en el Payró, pero era muy mal actor.
¿Eso dicho por quién?
Por mí… Me alejo del Payró por mis clases con Gandolfo y al tiempo Felisa cae muy enferma y me ofrezco a tomarle los grupos. Entonces me vuelvo docente de actores muy joven, a los 20 o 21 años. Yo pensaba que nunca iba a dirigir, porque en el Payró los lugares estaban claramente ocupados (Jaime Kogan dirigía, Monti escribía), pero, sin darme cuenta, empecé a conocer el funcionamiento de los actores. Muchos años más tarde me di cuenta de que me resulta fácil dirigir y ahí es donde no paro... Yo venía de un lugar cuya usanza hoy detesto: “tenés que estar preparado”, “tenés que estar veinte años estudiando para poder hacer algo”… Y vi en el Payró destrozar gente, vi a Gandolfo destrozar gente… Gente talentosísima que te podría contar dónde está hoy, si no está en un psiquiátrico le pasa raspando. Era la época de los gurús, donde el maltrato subyacía al discurso del saber.
¿Eso se cortó con la generación de ustedes, decís vos?
Eso se cortó con nosotros cuando, de algún modo, entendemos el teatro como una estructurta horizontal, no como una verticalidad. Creo que la novedad que aporta lo que se llamó el movimiento del Caraja-ji, del que fui miembro fundador junto a Spregelburd, Tantanian y otros, no tiene que ver ni con las temáticas ni los procedimientos de las obras ni con el talento individual de cada uno, sino con la forma en la que produjimos teatro entre pares. El Caraja-ji se forma en el momento en que nosotros nos quedamos sin la supervisión de Tito Cossa y Bernardo Carey en el San Martín y decidimos continuar con el taller sin esa supervisión. Hoy una cosa así parece lo más normal del mundo, pero en ese momento era como decir; “voy a tener un hijo sin una mujer”. A partir de entonces empezamos a darnos cuenta de que algo se relajaba, que empezaba un placer, un gozo… Es que antes todo trabajo artístico había sido vivido como una militancia en el sentido de que “alguien me va a querer prohibir”, “alguien me va a querer cagar”, “alguien me va a querer matar”... ¡Un nivel de sufrimiento y de paranoia!… Y nosotros empezamos a ejercer el trabajo con placer…
Entonces esos lugares donde ustedes se formaron, donde según vos se destrozó a mucha gente, no eran lugares de plena libertad tampoco.
Por supuesto que no. Me acuerdo de que en el Payró una vez vino Jorge Guinzburg a ver Criminal , que luego me llamó y quiso hacer programa de televisión conmigo. En el teatro me armaron todo un planteo acerca de por qué no había presentado a Guinzburg a la dirección del teatro…
¿Como si la dirección del teatro te tuviera que autorizar?
Sí. Liberarse de eso no fue fácil. Nosotros lo que hicimos fue así: si yo escribía una obra, la dirigía un par y la actuaban pares. Es el caso de Criminal ; que la dirgió Diego Kogan; era su primera dirección y actuaban actores amigos, nos habíamos formado juntos. Ese fue el corte generacional: el gesto de matar a los padres. El teatro tiene que ser un lugar de goce, los malos tragos ya están garantizados en la vida misma. Cuando tuve a mi hijo esto se me recontraclarificó. Uno tiene que elegir el camino de acuerdo al goce.
¿Cómo es eso de que la paternidad te clarificó?
Es que me empieza a ir bien cuando nace mi hijo. Yo había escrito Fiscales , mi primera experiencia en la tele sin tener mucha en el teatro. De ahí surge mi amistad con sus protagonistas, Darío Grandinetti, Jorge Marrale y Selva Alemán. Inmediatamente me llaman de Telefe para hacer la adaptación de La mujer del presidente y me llaman de Polka para escribir una tira y les digo que no a los dos. Le pedía consejos a Arturo Puig, ¿viste que Arturo es un tipo muy generoso que nunca quiere sacar ventajas de nada?, y él me decía “vos hacé lo que tengas ganas, si te gusta la tele aceptá cuando realmente te interese lo que te proponen”... Me acuerdo que ahí tuve un problema muy grande, porque estaba en una situación económica delicada y hacer una tira en tele me hubiese significado levantar la cabeza un poquito. Yo no tenía casa propia, mi hijo tenía tres años... Lo pensé muy conscientemente: “no tengo trabajo, tengo que pagar estas cuentas y le dije que no a la tele”. Y con la madre de Agustín (N. del E.: su hijo) me acuerdo de esta charla: “no quiero decirle a mi hijo que dejé el teatro y me dedico a la televisión porque había que mantenerlo. Quiero decirle: hice lo que quise porque deseo que para mi hijo la idea del trabajo sea de placer y no de sacrificio”. Yo no me sacrifiqué, yo disfruté.
Sucede que, lamentablemente, nos han formado con la idea del trabajo como sacrificio…
Es nuestra sociedad culposa, donde el premio viene después. “Sacrificate toda tu vida que luego vas a tener tu recompensa”. Cuando convoco a un equipo de trabajo lo primero que digo es “mi objetuivo es pasarla bien trabajando. Si de esto sale un buen espectáculo, tanto mejor”. Mi problema es que yo no disfruto con cualquier cosa, no me hago pajas.
¿Cuál sería la diferencia entre hacerse pajas y el verdadero disfrute?
Creo en la posibilidad de un disfrute más profundo. Lo fácil no da satisfacción, es como el efecto de una droga, no te ensancha las espaldas, no te hace crecer, no es lo que yo llamaría una auténtica experiencia humana.
¿Crees que en la generación posterior a la tuya cambió la forma de generar dramaturgia?
No, para nada. Con esto me van a colgar de los huevos, pero creo que son continuadores. Todo lo que uno encuentra en las dramaturgias se generó en los 90, allí están sus raíces. Ahora hay cierta desesperación por ser el paladín del rupturismo y yo me preguntaría qué es lo que se está intentando romper. Yo nunca intenté romper nada: si estás intentando romper es porque estás desesperado por ocupar el lugar de otro: si querés mi lugar vas a hacer lo mismo que yo. Lo que tenés que hacer es ignorarme. Cuando me llaman los chicos del conservatorio para que dirija una residencia les digo, “¿ustedes para qué me llaman a mí?, ¿ustedes quieren garantías?”
¿Cuáles son los temas que han enhebrado tus obras?
Ciertas preguntas sobre la teatralidad y los límites del lenguaje teatral en términos de procedimientos narrativos. Y luego el tema del amor y el de la duplicidad. El ejemplo más obvio y contundente respecto de lo doble siempre estuvo en mi vida de modo inevitable, aunque sea por vivir durante mucho tiempo con un pie acá y otro en España.
En ese sentido podés decir que el tuyo es un teatro que reflexiona sobre el hecho teatral en primer lugar...
Bueno, eso es en realidad lo único que tiene para hacer el teatro… Shakespeare sabía de teatro, no de política internacional. La pintura es sólo la pintura, no habla de fruta y verdura ni sobre los paisajes de Londres. Y el teatro es lo mismo, lo que pasa es que al incluir la palabra el engaño es posible. Si yo voy a elegir un cuadro para mi casa quiero que me combine con los sillones, el teatro es lo mismo, si voy al teatro no es para ver mecanismos. Al teatro voy a pasarla bien, no voy a ver metalenguaje. No voy al teatro a aprender de teatro. Voy a ver qué pasa con los protagonistas, si se quedan juntos, ese tipo de cosas.
¿Cómo aparece la ciencia ficción en tu teatro?
Y… Uno veía series de ciencia ficción de chico. Creo que la tele es la gran biblioteca de hoy en día. Lo que aparece en la obra de un creador tiene que ver con sus ocho o nueve primeros años de vida. En ese momento, a los nueve años uno no leyó Guerra y paz , uno vio Los Supersónicos . En generaciones anteriores los autores citaban a la radio o al folletín. Siempre digo que una obra debe ser escrita cuando en un momento descubrís que enlaza con algo de la infancia: allí está toda la materia prima. No por nada fue un pequeño fenómeno Nunca estuviste tan adorable , que yo la escribo bajo el procedimiento de contar la historia de la familia de mi madre a partir de lo que yo me acordaba que de chico se contaba acerca de cómo habían vivido antes de que yo naciera. Amarcord tiene un procedimiento similar.
¿Te pensás básicamente como un escritor?
Sí, me siento un escritor. Ahora me fui de vacaciones unos días a Brasil, me llevé tres novelas, las terminé y como no había más libros en castellano me compré un cuaderno. Dije: “si no puedo leer voy a escribir”. Y retomé una novela que empecé hace muchos años.
Acá el link: http://www.revistaenie.clarin.com/escenarios/teatro/Entrevista_Javier_Daulte_0_581341867.html

Piedras - por Horacio Verbitsky

El repudio al ataque sufrido por Lanata y Ruíz Giñazú y su solidaridad para con ellos de parte de Verbitsky.



Por Horacio Verbitsky

Sin matices ni divagaciones: repudio el torpe ataque con piedras a Magdalena Ruiz Guiñazú y Jorge Lanata, a quienes transmito con estas líneas mi solidaridad, Y solicito a la Universidad de Palermo la identificación de los agresores.


Tírenme - por Jorge Lanata

Nota de Lanata que publicó el pasado sábado 05 de noviembre en Perfil, a raìz de los hechos de violencia sufridos en una conferncia que daba junto a Magdalena Ruìz Giñazú en la Universidad de Palermo.



Por Jorge Lanata

Yo estaba encandilado por las luces del patio. Me puse la mano izquierda a modo de visera y miré hacia arriba a la izquierda, al contrafrente de dos de los edificios: nada. Después hubo otro grito más, del mismo sector:
—¡Gordo puto, empleado de Clarín!
La gente empezó a moverse inquieta, en los asientos, y hubo un murmullo general.
—¡Aguante 6, 7, 8!! –un grito más.
—¿Por qué no bajan a discutir acá? –se indignó uno de los asistentes.
Entonces desde las sombras dejaron de escucharse gritos y comenzó una pequeña lluvia de piedras.
Fue instintivo: yo podía suspender la charla por unos minutos o seguir. Elegí seguir hablando.
Estábamos en el patio de la sede de la Universidad de Palermo, frente a unas 400 personas, en un acto sobre la libertad de prensa. Me tocó hace unos meses encabezar una encuesta nacional de Fopea sobre mil periodistas en la que resulté elegido como el mayor referente de la profesión, seguido de Nelson Castro, Nadie y Rodolfo Walsh. Víctor Hugo Morales, Horacio Verbitsky y Magdalena Ruiz Guiñazú completaron los primeros puestos y fueron invitados al debate. Nelson estaba en ese mismo momento al aire en su programa en vivo, Verbitsky y Morales se negaron a concurrir. Y ahí estábamos: 400 personas escuchando y tres, quizá dos, tirando piedras. Fue un hecho menor, pero quiero contarles los detalles de lo que pasó antes y después, porque a veces los hechos menores hablan más de la vida real que los grandes gestos.
Promediada la charla, alguien preguntó por la situación del periodismo en Venezuela. Estuve hace unos meses en Caracas, invitado por el Colegio Nacional de Periodistas, y pude ver de cerca el tema. Magdalena me cedió el micrófono para responder: hablamos del “national and popular philosopher” Laclau y su teoría sobre la inexistencia del periodismo (Laclau, que interrumpió su estancia de treinta años en Londres para grabar unos programas del canal Encuentro y recomienda para países subtropicales como la Argentina la reelección  indefinida, tal vez basándose en la Teoría de los climas de Montesquieu).
—El fondo filosófico es el mismo –dije– pero en Venezuela se ha pasado el límite de la agresión física. En el primer semestre de este año hubo 163 atentados denunciados contra periodistas; patotas –orgánicas y no– del chavismo los esperan en la puerta de los diarios o los canales.
Pero esta no era la única escena de la noche del jueves: en paralelo, y por el aire de Twitter, cientos de mensajes ya hablaban del incidente con las piedras. Las consideraciones personales de los tweets son lo de menos, de modo que voy a reproducir aquí sólo algunos y más que nada “los en contra”. Para ser justos, aclaro que los mensajes de solidaridad y condena a los piedrazos fueron los más; pero los que se alinearon apoyando a las sombras no fueron pocos. Y esos son los que me interesan, porque es ahí donde anida el huevo de la serpiente.
Twitteó con intuición y buen olfato el crítico de cine Gustavo Noriega: “A ver si se dan cuenta: hay una conexión entre que el Estado financie El Pacto y que un par de boludos les tiren piedras a Magdalena y a Lanata”. “Si a Lanata y Magdalena los insultaron los vecinos de Palermo no quiero pensar cuando pinchen una goma del auto en el Conurbano”, posteó cronopio83 Aldo Raponi. A esa altura los tres de-subicados en un contrafrente de Palermo se habían transformado en “los vecinos de”, una especie de Fuenteovejuna.
Con los mismos elementos pero actitud más profesional, el periodista Nicolás Wiñazki twitteó: “Aguante 6, 7, 8 también gritaron los que tiraron piedras a Lanata. Fueron como diez piedras. No hay lastimados”.
A esa altura la “noticia” llegó a los medios electrónicos: “En 6, 7, 8 intentaron justificar la agresión a Lanata por decir que su verborragia incitó a la agresión. Flojito, no?”, twitteó “franciscoaure”. Un “victorhugo590” registrado como Víctor Hugo Morales –que algunos afirman es un “fake Morales”, aunque no se conoció públicamente desmentida alguna del relator deportivo– dijo: “No me sorprende que arrojaran piedras sobre gente como Jorge Lanata o Magdalena Ruiz Guiñazú. El pueblo se expresa como puede”.
Al poco tiempo yo ya estaba cerca de ser el verdadero culpable. ¿Qué hacía mi cabeza atrayendo piedras, eh?
“Testigos sospechan de que haya existido una verdadera agresión al periodista Jorge Lanata. Estilo radio”, twitteó gerarfernandez. “Alumnos de la Universidad de Palermo sospechan del origen de la agresión a Lanata”, concluyó @pimboleto, Daniel Ventura.
Y hasta hubo lugar para el cinismo: mientras todos los medios oficiales ignoraron por completo el incidente, Javier Romero (un asistente de Sergio Szpolski que se dedica en Diario Registrado a calumniarnos día por medio en Internet) quiso curarse en salud: “Quien le tira piedras a un periodista ataca a la libertad”, copió en su mensaje de un sobrecito de azúcar. La diferencia del peso específico entre un puñado de piedras y el habitual balde de bosta que significa Diario Registrado son notables.
La noticia, con sus versiones y contraversiones, duró un día más en la red.
Algunas consideraciones sobre la noche del jueves:
1)Un hecho aislado no puede, necesariamente, ser confundido con una política: en todos lados hay locos sueltos. Pero una política sí puede estimular que el hecho aislado se produzca: cuando la Presidenta identifica u hostiga, con nombre y apellido a los periodistas que ella imagina como “enemigos”, puede haber uno, o diez, o cien militantes freaks dispuestos a quedar bien con la Jefa. Nadie recuerda, por ejemplo, condena alguna del Gobieno cuando militantes de las Madres de Plaza de Mayo escupieron los retratos de varios periodistas del país, acusándolos de complicidad con la dictadura.
2)“A veces pienso si no sería necesario nacionalizar los medios de comunicación, que adquieran conciencia nacional y defiendan los intereses del país. No seamos más tontos, no dejemos que nos envenenen y nos mientan”, dijo Cristina en un acto en Mercedes. “Los medios son cómplices de la política de entrega y subordinación”, agregó. “La libertad de expresión no puede convertirse en libertad de extorsión”, dijo también.
¿No le tiraría una piedrita a Lanata para complacer a Cris y defender al pueblo?
3)Al mensaje oficial “en on” se le suma la catarata de propaganda producida en la “Konzentrationslager Gvirtz”; hay más de cincuenta medios de comunicación paraoficiales, sin contar los blogs kirchneristas, los programas de televisión y radio acólitos y la vergüenza nacional de “Fútbol para Todos” (¿para cuándo Libros para Todos, o Agua para Todos o Comida o Justicia para Todos?).
4)No he recibido –y, por favor, tampoco espero– comunicación oficial alguna sobre el hecho. Sí de decenas de ONGs, público en general, periodistas, un comunicado de Adepa y muchos otros. El abanico de los 50 a 70 ¿u 80? medios de comunicación oficiales o privados (plata del pueblo que vuelve a Szpolski, Gvirtz, etc.) silenció el asunto con cuidado. Recordé el viernes la cara de mi tía Nélida diciéndome “El que calla otorga”.
5)Mientras se siga presentado al periodismo como “enemigo del pueblo, se le echará más leña al fuego. Es una democracia que a veces, desgraciadamente, parece una dictadura: la noche anterior a las piedras, 6, 7, 8 hizo otro goebbeliano informe sobre unas columnas de Martín Caparrós en El País y un comentario mío sobre Cristina en la Cadena Ser: lo titularon “Campaña Antiargentina”, del mismo modo que la dictadura tituló a las denuncias de los organismos de derechos humanos en el exterior sobre los desaparecidos. Martín estaba indignado:
—Es cierto –me dijo. Yo estuve en la campaña antiargentina en el Exterior. Fue en el ’77 o ’78. Yo fui uno de los exiliados que denunció a la dictadura. Pero nunca me imaginé que treinta años después la democracia iba a utilizar las mismas palabras.
Ni los dictadores, ni los presidentes, ni los gobiernos, representan exclusivamente a la Argentina. Son parte de ella, conformada también por los que piensan distinto al pensamiento oficial. Los afiches de Cristina hablan de amor, pero en varias ocasiones la Presidenta y su entorno ejercen el odio, o lo estimulan. Los acólitos –que para eso están– sobreactúan; escriben panegíricos, manipulan frases ajenas, cualquier cosa para lograr la distante sonrisa de la Jefa, un registro automotor, un plan, una caja regular de alimentos no perecederos. Y hay también, cómo no reconocerlo, quienes dan hasta la vida por sus pensamientos, como muchos dieron en su momento “la vida por Perón”. No volvamos a tropezar con la misma piedra.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Racionalidad tardía - Por Carlos Pagni

Otra muestra de calidad periodísta de Pagni.



Por Carlos Pagni | LA NACION

Cristina Kirchner suspendió el subsidio energético con el que venía beneficiando a varios sectores de la economía. Desde el punto de vista político, corrigió una inequidad que se le reprochaba desde hacía años: obligar a todos los contribuyentes a pagar parte de la factura de luz y de gas de casinos, mineras, petroleras, bancos, compañías de seguros o telefónicas. Las familias más pudientes, en cambio, seguirán disfrutando de esa ayuda solidaria.
Desde la perspectiva fiscal, también fue un anuncio alentador. Reveló que la Presidenta advierte que el gasto público es insostenible. Aun con una recaudación récord como la que anunció anteayer, de $ 47.500 millones, decidió ajustar las cuentas.
Sin embargo, la resolución que anunciaron Julio De Vido y Amado Boudou exhibe limitaciones que son constitutivas del modo en que el kirchnerismo entiende la economía. En materia energética, la eliminación de subsidios no supone aumento de tarifas. Por ahora, las empresas que proveen la energía seguirán con sus ingresos congelados, a pesar de que están en déficit operativo y de que algunas bordean el default. Con este enfoque del negocio, la Presidenta seguirá alejándose del objetivo de atraer inversiones al sector, más allá de las de chinos y rusos.
Nadie sabe si la revisión casuística de todos los subsidios que prometió ayer De Vido entraña un cambio en la gestión de la energía. Por no ser universales y automáticas, estas reglas producen distorsiones y estimulan corruptelas. No es casual, por ejemplo, que entre los transportistas que reciben una ayuda mensual de hasta $ 50.000 por colectivo -la cuarta parte del precio de una unidad- estén los acusados y procesados por sobornar al ex secretario Ricardo Jaime.
Pero la decisión de ayer tiene una falencia más importante, aunque, tal vez, inevitable. Boudou intentó justificar el ahorro en que la economía internacional se moverá a un ritmo más lento. Hubiera sido mejor ocultar ese dato. Para enfrentar una ola de menor crecimiento mundial sería más recomendable que el Gobierno incremente el gasto, expanda la base monetaria, estimule el aumento de salarios y tolere un poco de inflación. Pero el kirchnerismo ya hizo todo eso en la fase ascendente del ciclo, exacerbando el crecimiento y el consumo, hasta alcanzar una suba de precios del 25% anual. Cuando necesitaba ser austero, fue expansivo. Ahora, que es el momento de ser expansivo, no le queda otro remedio que ajustar. En consecuencia, a la retracción internacional agregará la contracción derivada de sus propias decisiones.
Cristina Kirchner, que podría salvar su "modelo", está haciendo mucho para hundirlo. Por desafiar a quienes le señalan inconsistencias, amaga con llevar a una situación económica más calamitosa que la que esos profetas vaticinan. Es la paradoja que asoma detrás de las tácticas para frenar la fuga hacia el dólar.
El crecimiento de los últimos años estuvo basado en una fiesta de consumo. Para los economistas, la inflación no es sólo la consecuencia, sino también la causa de esa expansión. La gente fue impulsada a gastar porque la tasa de interés, inferior a la inflación, no protegía los ahorros. Además, los salarios se ajustaron con los precios, alrededor del 25%, pero el tipo de cambio se devaluó un 7%. Es decir, el poder adquisitivo en dólares de los trabajadores creció un 18%.
Una señal microscópica
Las empresas exportadoras pagan este juego. Sus ingresos en dólares evolucionan mucho menos que sus costos en pesos. El consumo se sostiene en el aumento de las importaciones. El "modelo" es cada vez menos productivo y su matriz, cada vez menos diversificada.
El déficit de la balanza comercial industrial es similar al de la gestión Martínez de Hoz: US$ 25.000 millones. Para sostener esta dinámica haría falta que la soja fuera 20% más cara. Como es improbable, el público ve la oferta de dólares y se cubre de una devaluación.
Sin embargo, con la eliminación de subsidios aberrantes, la Presidenta ayer envió una señal microscópica a quienes temen por el futuro. Podría ir más allá, como pronosticó Guillermo Moreno ante varios empresarios, replegando al 18% el aumento del gasto, de los salarios, de la base monetaria y de la inflación. Y dejando que el dólar flote hasta $ 4,70, como Hernán Lorenzino explicó a varios financistas. La economía crecería, en ese caso, un 4%.
Como no suponen que eso vaya a ocurrir, los ahorristas se desprenden de sus pesos: ya ubicaron el dólar paralelo en $ 4,70 y el de contado con liquidación en $ 5.
Los dos fenómenos más relevantes de estos días se explican por ese cuadro de variables. El pueblo premia a Cristina Kirchner por haber disfrutado de un presente encantador. Pero como no da pistas confiables de cómo piensa enfrentar las amenazas del futuro el mercado compra dólares. El Gobierno se resiste a creer que pueblo y mercado son, en muchos sentidos, lo mismo.
El Gobierno reaccionó escondiendo los billetes, igual que antes escondió las estadísticas para suprimir la inflación.
El principal efecto de ese enfoque fue frenar la apertura de depósitos bancarios. Son cada vez menos los que suscriben plazos fijos para preservar sus pesos, porque nadie sabe cuánto valdrán, en dólares, dentro de un mes.
Sin depósitos no hay préstamos. A las grandes empresas esta semana se les comenzó a negar el crédito. Algunas han tenido que devolver los préstamos. La tasa de interés sube; el dinero se encarece. La actividad podría caer mucho más de lo que lo haría si la Presidenta atacara la inflación y sus consecuencias. Pero ella no quiere enfriar la economía. Prefiere congelarla.
Ni el más ortodoxo de los economistas pediría tanto. Por menos de lo que está por provocar, la señora de Kirchner conseguiría en el Fondo Monetario Internacional los dólares que le faltan (fuera de bromas, ayer los holdouts saludaron la cumbre del G-20 pidiéndole a ese grupo que expulse a la Argentina por negarse a la auditoría del FMI).
Podría pensarse que no hay mal que por bien no venga. Aunque innecesario, un feroz ajuste sobre el nivel de actividad retraería la inflación. No es seguro. Los sectores que se mueven en negro, es decir, con el tipo de cambio paralelo de $ 4,70, están aumentando los precios porque no saben con qué dólar repondrán su mercadería. Y los tenedores de pesos que no quieren quedar atrapados en un plazo fijo, pero tampoco pueden comprar dólares, terminan gastándose la plata en plasmas o automóviles. Conclusión: Cristina Kirchner podría conseguir que caiga el crecimiento y se mantenga la inflación. El peor de los mundos.


martes, 1 de noviembre de 2011

El juicio de la Esma -Por Tomás Abraham

Posteo la nota que publicó el Tomás en su blog personal. Muy interesante su análisis.



Este juicio ha sido posible por un proceso de debilitamiento de las Fuerzas Armadas como factor político determinante durante cincuenta años del siglo XX. Este “desguace” del poderío de fuego y de condicionamiento de la vida de los argentinos pasó por una serie de fases. Las enumeramos.
El Cordobazo de 1969 en la que descolló la figura del militante de izquierda Agustín Tosco que dio por terminado el proyecto de fundar una república franquista a la vez que modernizadora en el país. Fue el fin del Onganiato a la vez que la ilusión de los militares que podrían llegar a concitar el apoyo de la mayoría ciudadana con figuras de prestigio en algunos sectores civiles como Aramburu junto a la idea de Lanusse que creía que él también podía ser una figura de recambio.
La guerra de las Malvinas de 1982 que por el sacrificio de conscriptos derrumba el enorme poder del Proceso que con Galtieri tenía proyectos de instalarse por largo  tiempo.
La derrota en diciembre de 1990 del sector carapintada comandado por Seineldín una vez que la astucia de Menem dividió a las fuerzas armadas e impidió que un nuevo dictador sanguinario en nombre de valores nacionalistas antiimperialistas aprovechara la llegada de Bush padre al país para lograr el apoyo del pueblo supuestamente traicionado  por el entreguismo del presidente. En esa batalla murieron varios militares que impidieron el golpe de Estado.
El Juicio a las Juntas durante el gobierno de Alfonsín en el año 1984 cuando el ejército no sólo tenía poder de fuego sino que aún dominaba la escena política.
La muerte del soldado Omar Carrasco que termina con el servicio militar obligatorio vigente desde el año 1901. Le quita al ejército un poder administrativo, educativo y político de gran importancia.
Ignorar esta historia, o peor aún, denigrarla, muestra que más allá de un acto de justicia por el delito de crímenes de lesa humanidad, se busca otro efecto que algunos llaman “construcción de poder”. Se trata de un eufemismo, porque es algo bastante más sencillo. Es una falsificación que encubre una serie de hechos que han permitido la vigencia de instituciones republicanas por elecciones democráticas luego de medio siglo en el que el país vivía bajo tutela militar, y que nos permiten llevar a cabo juicios sin condicionamientos ni apremios que lo impidan.
Nuevamente, no rendir homenaje a esta historia, no reconocerla por arrogarse el mérito de ser el gobierno en el que se ha dictado la sentencia luego de treinta años de la perpetuación de los crímenes, es un acto de justicia inscripto en una estrategia antidemocrática justificada por un relato fraudulento.

Acá el link: http://tomabra.wordpress.com/2011/11/01/el-juicio-de-la-esma/

Todo en suspenso: la moneda está en el aire - Por Calos Pagni

Excelente nota de Pagni que publicó ayer en La Nación. Cuánto talento para realizar una nota periodística.


Por Carlos Pagni | LA NACION

El cambio fue pequeño, pero muy sugerente. El jueves, Mercedes Marcó del Pont confinó a la gerenta de dictámenes jurídicos del Banco Central, María del Carmen Urquiza, a una brumosa dirección de biblioteca. La abogada había objetado varias de las medidas que adoptó la entidad monetaria para bloquear la corrida hacia el dólar. La señal es inequívoca. El Gobierno se prepara a cruzar varias barreras.
Hacía tiempo que Urquiza molestaba al kirchnerismo. En la polémica por la utilización de reservas para pagar a los acreedores, recomendó a Martín Redrado ignorar el decreto de la Casa Rosada. Aunque tal vez el mayor enojo lo causó con sus reparos a la Comunicación "A" 5184, del 17 de febrero pasado, que le valió a Marcó del Pont una causa penal iniciada por el abogado Ricardo Monner Sans. El fiscal Carlos Stornelli quiere saber si la presidenta del Central emitió esa resolución con efecto retroactivo para salvar las irregularidades que ella misma habría cometido cuando presidía el Banco Nación. Parece una ironía: los reproches tienen que ver con infracciones a la ley cambiaria, cuyo cumplimiento hoy tanto la desvela.
Además de los fastidiosos veredictos de Urquiza, aparecieron otras piedras en el camino de Marcó del Pont. El mismo jueves, Carlos Pérez -director sobreviviente de la gestión Redrado- arguyó delante de sus colegas que la represión a la compra-venta de dólares estaba destinada a fracasar.
Amado Boudou expuso los mismos reparos delante de varios banqueros amigos. Pero su secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, que lo representaba en la misma reunión de directorio, no abrió la boca. Es lógico. Lorenzino quiere ser ministro. No sería bueno que se muestre quisquilloso.
La verdad es que Marcó del Pont se está imponiendo sobre Boudou en la batalla por el oído de la Presidenta. La tesis que elaboró con el auxilio de Arturo O'Connell, ex director del Central, y de Matías Kulfas, director del Banco Nación, ha triunfado. Reza así: como el tipo de cambio multilateral está equilibrado, la crisis cambiaria no tiene motivaciones genuinas. Por lo tanto, no sería más que una turbulencia pasajera, que se resolverá con sólo atemorizar a los compradores de dólares.
El dólar no se enteró de esta teoría. Pero muchísima gente se enteró de que hay problemas con el dólar. Mientras el oficial cotizaba el viernes a $ 4,25, el del mercado blue -eufemismo con que los financistas evitan hablar del desagradable mercado negro- lo hacía a $ 4,45. Las operaciones de contado con liquidación -subterfugio para exceder el cupo de expatriación de divisas a través de la compraventa de bonos- se pactaban con una paridad de $ 4,82.
De persistir la brecha, es posible que esta semana la Argentina se convierta en el segundo país de la región con dos tipos de cambio. El otro es Venezuela.
El fracaso de las medidas oficiales siembra la intranquilidad entre los banqueros. Ellos temen que Marcó del Pont comience a justificar su ineficacia implantando hipótesis conspirativas en la cabeza de Cristina Kirchner. No quieren ser el nuevo enemigo interno al que cabe imputar todos los trastornos. Desde hace tiempo Marcó del Pont tararea esa música en voz baja, a dúo con Guillermo Moreno. Algún resultado han obtenido. Hace 15 días, la Presidenta ordenó no renovar plazos fijos de la Anses como una represalia contra "los que venden dólares". La medida aceleró la suba de la tasa de interés. Ese proceso, destinado a enfriar la economía, está reanimando la confianza del Banco Central en una ley de servicios financieros que "oriente y estimule el crédito". Ignacio de Mendiguren levita de placer.
La resistencia del público a la estrategia del Gobierno es comprensible. El mercado advierte que Cristina Kirchner intenta sustituir con ortopedias un plan que resuelva el principal problema de la economía, que es la inflación. La fuga hacia el dólar se debe a que la gente quiere deshacerse de los pesos, que han perdido valor. El aumento de los precios consumió la competitividad de la moneda, lo que hace prever, a falta de otras políticas, una devaluación.
Hay observadores que no terminan de aceptar esta lectura. Creen, o quieren creer, que el corset cambiario es una salida de emergencia. Suponen que la Presidenta advierte que las recomendaciones de Marcó del Pont traen un eco subliminal del corralito, que haría remover a Kirchner en su mausoleo. Imaginan que, cuando presente a su nuevo equipo, ella asombrará también con una nueva receta, menos voluntarista. Lo que esos optimistas no consiguen explicar es por qué se guarda esa terapéutica sorpresa para el 10 de diciembre y no la produce ahora.
Para los especialistas que piensan de este modo, es indiferente que la salida se llame Acuerdo Económico y Social o Programa de Convergencia Nominal. Ellos esperan una señal de que la Presidenta ha comprendido que el objetivo de crecer al 8% anual con una inflación del 25% se ha vuelto inviable. Pablo Gerchunoff, por ejemplo, sostiene: "Para preservar su modelo, el Gobierno debería replegarse hacia niveles de crecimiento, inflación, expansión monetaria, gasto público y negociación salarial más razonables". Y agrega, comprensivo: "Si se atiene a una macroeconomía realista, la Presidenta podría darse el gusto de insistir con su proteccionismo nacional y popular, aunque sea muy arcaico".
El reseteo que se espera desde el mercado y un sector de la academia supone buscar financiación internacional, como aconsejan Boudou y su delfín imaginario, Lorenzino. Esta semana habrá algún atisbo de cómo la Presidenta observa ese camino, cuando se entreviste con Barack Obama, en Cannes.
El significado del encuentro está escondido en los detalles. La iniciativa de la reunión salió de Washington. Y no por impulso del Departamento de Estado, sino del Consejo Nacional de Seguridad, donde revista el joven Dan Restrepo, que formuló la solicitud.
Las circunstancias que rodean a Obama impiden pensar en un encuentro de cortesía. Estados Unidos está entrando en las primarias. Por lo tanto, no cabe esperar que su debilitado presidente quiera halagar a los republicanos jugando a las visitas con una colega que, como Cristina Kirchner, viene de incautar material militar norteamericano con la excusa de prevenir un atentado terrorista.
Los diplomáticos tienden a coincidir en que el encuentro estará centrado en las relaciones con Irán, lo que explica la intervención del Consejo Nacional de Seguridad. Washington está elevando la presión sobre Teherán con medidas financieras. Cristina Kirchner, por su parte, produjo un giro en su vínculo con ese país. En la Asamblea General de la ONU del año pasado imputó al régimen de Mahmoud Ahmadinejad el atentado contra la AMIA. Pero en la de este año anunció que, como Irán se dispuso a colaborar con el esclarecimiento de ese crimen, iniciaría conversaciones con el acusado. Además, esta vez ordenó al jefe de la misión argentina escuchar el mensaje de Ahmadinejad y no incorporarse al pelotón de representantes que abandonaron el recinto, encabezado por las naciones aliadas en la OTAN.
¿Qué sucedió entre una y otra asamblea? En marzo, Pepe Eliaschev publicó en el diario Perfil que, a comienzos de este año, Héctor Timerman había iniciado, con la mediación de Siria, una negociación con Irán que implicaba suspender la investigación del ataque de 1994. Timerman no lo desmintió. Al contrario, fuentes confiables aseguran haberle escuchado que el Gobierno explora un acuerdo con los iraníes, siempre que ellos indemnicen a las víctimas y admitan la responsabilidad de alguno de los inculpados. Rafael Bielsa imaginó, en su momento, una transacción parecida, pero con Marruecos como mediador.
Algunos expertos sostienen que, con el cambio, la Presidenta pretende sacar ventajas en una negociación con los Estados Unidos. Son los que esperan que de la reunión con Obama salgan facilidades para normalizar el frente externo. La meta sería aumentar la oferta de dólares por la vía del endeudamiento internacional, como aconseja, sin éxito, Boudou.
¿Está planeando Cristina Kirchner una jugada más audaz? ¿Imagina a Irán como el proveedor de financiamiento e insumos energéticos que fue Venezuela para su esposo? Eso sí sería "profundizar el modelo". Pero nadie se atreve a afirmarlo. Sólo se sabe que va a la reunión con Obama con un gesto de firmeza. Restrepo tramitó la cita con la embajadora de su país, Vilma Martínez, y excluyó a Timerman, el responsable inmediato del incidente del avión. Pero la Presidenta delegó en el canciller del alicate la coordinación del encuentro.
Los que quieran descifrar la orientación que la señora de Kirchner imprimirá a su segundo mandato tal vez obtengan más provecho de la reunión con Obama que del anuncio del nuevo gabinete. Por ahora, la moneda está en el aire.