Cómo puede un artista popular de la talla de Fito Páez terminar expresándose de manera tan fascista, despreciando a quienes piensan distinto? ¿Cómo, después de unas elecciones libres en las que el pueblo de la ciudad se manifestó con claridad a favor de una opción, puede alguien creerse con el derecho a denigrar públicamente semejante torrente de votos?
Es raro. Es una lástima. Conozco personalmente a Fito, no al punto de la amistad profunda, pero hemos dormido bajo el mismo techo. Lo quiero. Lo considero uno de los artistas más finos y logrados del rock nacional. "Tumbas de la gloria" me estremece, me parece un tema superior, escalofriante y genial, testimonio de la grandeza y profundidad de su sensibilidad. No entiendo qué le pasó, cómo puede expresarse de esta manera. Pero más allá de Fito, al que no creo conveniente condenar por este paso en falso (uno escribe a veces, dejándose llevar, cosas de las que después se arrepiente), siento que tenemos que señalar en la ocasión una costumbre muy fea que nos hace retroceder en el tiempo.
El que piensa distinto no es denigrable. Ningún voto es monstruoso, lo monstruoso es que no haya votos. La democracia se basa en el respeto a la diferencia. No siempre es fácil aceptar al otro, pero es nuestro deber. Yo voté y votaré nuevamente a Mauricio porque creo que es la mejor opción para la ciudad, pero no creo que los que votan a Filmus, a Solanas, a Estenssoro, a Telerman y a los otros candidatos sean malas personas. Puedo creer que se equivocan, que sería mejor que votaran por Mauricio, pero los respeto. Los respeto no por bueno, sino porque creo en que es mejor una sociedad plural que una uniforme, creo que la cultura y la vida ciudadana se benefician con la diversidad.
Puedo tratar de convencerlos, argumentando. Hacerlo, además, si tengo ganas, porque también siento que con muchas personas hay otros temas por tratar. Puedo tener coincidencias artísticas y sensibles más profundas a veces con personas que votan distinto a como voto yo. No creo que la política deba dominarlo todo, creo en las realidades humanas, en el arte, en las ideas, en el asado, en la amistad, en el amor. La exageración política, es decir, creer que todo es política y todo debe ser tratado en términos políticos, es más una patología que una postura ideológica.
Por otra parte, Fito, me sorprende porque creo que has tratado a muchos de los que formamos parte del PRO y sabés bien que no somos monstruos. ¿Por qué, entonces, esa intolerancia "facha" en tu nota? ¿Qué pasó? ¿Qué necesidad hay?
No sólo la ciudad no está hecha un estropajo, como decís, tampoco hay una jauría de ineptos en el gobierno sino gente capaz que está haciendo infinidad de cosas por el bien común, como es visible no sólo para el enorme porcentaje de personas que votó por Mauricio sino para cualquiera que se tome el trabajo de conocer esas realidades de las que hablás sin saber. Cualquiera que prefiera mirar la sociedad de cerca a creer en las mentiras de patas cortas que se inventan intencionalmente. El gobierno de la ciudad no es perfecto, claro está, somos humanos tratando de hacer las cosas bien, lo mejor posible, argentinos tratando de mejorar.
No es lindo que creas ser el dueño del swing, el que puede decir quien tiene onda y quien no. El rock siempre tuvo esa vertiente canchera e intolerante: la rubia tarada, gente sin swing, gente que no, etc. No es lo más interesante del rock, no es su parte poética y transfiguradora, digamos. Es su aspecto resentido, pobretón, limitado. ¡Superémoslo!
Esa visión de la sociedad como un sistema maligno, además, carece de verdad. El sistema somos todos nosotros tratando de vivir juntos, y no hay una maquinación que actúe en contra nuestra. Los fracasos provienen más de las incapacidades que compartimos que de un mal alucinado. El odio que a veces arrastramos es una mala herencia de un pasado que ya no es.
Dale, Fito, aflojá. No des pie a que digan ahora cosas feas e innecesarias de vos, que tanto nos diste a todos.
http://www.lanacion.com.ar/1388999-fito-no-entiendo
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