Los argumentos de la victoria del oficialismo en las primarias según el ex ministro de economía de Cristina.
esulta un tanto exasperante leer y escuchar la interpretación de las elecciones que realizan muchos periodistas, analistas y hasta los protagonistas que fueron derrotados. El dato, absolutamente indiscutible, es que Cristina Fernández de Kirchner logró el 50% de los votos, cuadruplicando lo obtenido por cada uno de sus dos perseguidores inmediatos. Además, lo consiguió con una campaña relativamente austera en comparación con las que nos tenía acostumbrados el kirchnerismo; y casi en soledad, es decir sin el apoyo de las estructuras más tradicionales del Justicialismo.
Según parece, este respaldo extraordinario en las urnas se debe al voto cuota y la tiranía del bolsillo; a la viudez; a la propaganda de 678; y a la fragmentación, la impericia y la falta de propuestas de la oposición, algo que varios periodistas parecen haber descubierto el lunes de madrugada.
Ninguna de estas versiones sobre lo ocurrido le asigna mérito alguno a la Presidenta. Poco parece haber pesado en la decisión de la gente el extraordinario crecimiento económico, la recuperación del empleo, la asignación universal por hijo, la ampliación de las jubilaciones y la imagen de recuperación de una autoridad presidencial y estatal, que se planta frente al poder de diversas corporaciones. Entres esos logros se destaca uno sobre el cual llamaba ayer la atención, con su habitual lucidez, Chrystian Colombo: en un mundo cuyo principal problema parece ser la esperanza de los jóvenes, el Gobierno ha sido capaz de seducirlos y brindarles una idea de futuro, más allá de si uno la comparte o no.
Frente a todo ello ¿por qué habría alguien de optar por el miedo que pretende infundir Duhalde, la inseguridad que transmite Alfonsín o el "denuncismo" de Carrió? Sólo Binner puede mostrar, en sus propuestas y su gestión en Santa Fe, un ideario similar al que le dio semejante impulso al Gobierno. Por eso, a pesar del enorme desconocimiento que tiene aún su figura, tiene un interesante margen para crecer, que lo podría catapultar al segundo lugar el 23 de octubre. Pero para dar un salto aún mayor debería poder enamorar a los jóvenes de todo el país, algo que su imagen personal, un tanto antigua, dificulta.
"En un mundo cuyo principal problema parece ser la esperanza de los jóvenes, el Gobierno ha sido capaz de seducirlos y brindarles una idea de futuro"
Para hacer análisis constructivos a partir de las derrotas es importante, como mínimo, ser crítico con la propia actuación y justo en el reconocimiento de las virtudes de los demás. Los grandes políticos son, asimismo, capaces de registrar no sólo lo que revelan las encuestas sino también lo escondido, aquello no dicho por la sociedad. Sin esas cualidades es casi imposible generar propuestas. Es en esos campos, y en los logros arriba mencionados, donde Cristina Fernández de Kirchner parece haber sacado distancias siderales al resto.
Los grandes políticos son, asimismo, capaces de registrar no sólo lo que revelan las encuestas sino también lo escondido, aquello no dicho por la sociedad
Antes de que comiencen los foristas de ambos bandos a tildar esta columna de exitista o de calificarme de panqueque, permítanme recordar que el denominado "modelo" es, a mi juicio, populista en la acepción que a dicho término da el intelectual Daniel Larriqueta: la subordinación del largo plazo al corto plazo. La prosperidad de estos años, que en una medida no menor se debe a las condiciones favorables que el mundo nos brindó, no redundó en cambios profundos y permanentes de nuestra estructura socioeconómica. Y, lamentablemente, la dinámica reciente y algunas de las mejoras logradas serán insostenibles si no llevamos a cabo un diagnóstico más riguroso ni mejoramos la gestión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario