domingo, 26 de agosto de 2007

Leer para Deleuze


Cuando leo a Gilles Deleuze me produce una intensidad y una potencia positiva increíble. Es una pasión amorosa llena de alegría.

En el libro "Diálogos" que escribe junto a Claire Parnet, aconseja una forma de leer que me parece maravillosa. Cito: "Una buena manera de leer, hoy en día, sería tratar un libro de la misma manera que se escucha un disco, que se ve una película o una propaganda de televisión, de la misma manera que se acoge una canción. Cualquier tratamiento del libro que reclame para para él un respeto, una atención especial, corresponde a otra época y condena definitivamente al libro. Las cuestiones de dificultad o de comprensión no existen. Los conceptos son exactamente como los sonidos, los colores o las imágenes: intensidades que nos convienen o no, que pasan o no pasan".

La cita brilla de lucidez. A mí me pasa lo mismo al leer un libro: hay intensidad o no hay nada. Para describirlo de alguna manera, si un libro que comencé a leer no me produce nada lo dejo de leer. No tengo culpa. Es más, me voy a Plaza Italia a venderlo o canjearlo. No me producen apego los libros (cualquier cosa en general) con las cuales no hay una relación de conexión.

Me gusta esta forma de leer porque es mucho más liberadora. Desde que ingresamos al colegio, los maestros o profesores en general nos quieren convencer que la práctica de la lectura hay que hacerla con textos que son totalmente aburridos o que inducen a bloquear el deseo a leer.

Deleuze sirve para quitar esa mochila de doctrina escolar cuando uno va a leer libros. Y coincido también en que los textos que reclaman interpretar conceptos sólo piden que el lector quede castrado, que pase todo por el colador de la razón, y no esté abierto a lo afectuoso, a una lectura con amor.

Recomiendo la lectura de Deleuze y del libro citado enfáticamente.

2 comentarios:

Si, soy yo... dijo...

me tentaste. me voy a asomar a ver que me dicen esos dialogos.
:)

Anónimo dijo...

Me siento muy identifciado con la cita, últimamente estuve leyendo a Nietzche y lo sentí así, fue pura pasión y placer leerlo, nada grandes interpretaciónes analiticas de alguna forma instintiva entiendo muy de lo que se habla.

Saludos