miércoles, 25 de julio de 2012

Cómo sacarle provecho a recursos ajenos

Por Martín Lousteau, para La Nación. Excelente nota que sirve para ver cómo teje el gobierno.


La crisis fiscal de la provincia de Buenos Aires parece haberse resuelto, al menos transitoriamente, mediante un préstamo de la Nación. Gracias a ello y a una autorización para endeudarse (a lo que se sumó una extensión de las licencias de bingos para paliar durante un tiempo la nula autonomía económica bonaerense), Daniel Scioli va a poder reducir el atraso previsto para abonar el aguinaldo.
Este desenlace, que ciertamente no resuelve los problemas de fondo, ha sido objeto de diversas lecturas. Una de ellas rescata el éxito de la estrategia sciolista à la Gandhi. Según esta visión, la resistencia pasiva simbolizada en aquella conferencia de prensa rindió sus frutos: el gobernador dio la cara frente a la sociedad, se diferenció del estilo agresivo kirchnerista, y -sin responsabilizarla directamente- puso en el centro de la escena a la Presidenta. Si a esa exposición pública se le contrapone la conspiración públicamente anunciada y llevada a cabo por conspicuos miembros del proyecto nacional contra Scioli, se entiende por qué las encuestas castigaron más a la Presidenta que al gobernador .
Hay que ser realmente hábil para prestar a otros dinero que les pertenece. Quizás a ello se refiera la Presidenta cuando se muestra a sí misma como ejemplo de buena gestión.
Otra (poco creíble) interpretación adjudica a Maradona y su esporádico sentido común la capacidad para hacer ver a la Presidenta lo que ningún colaborador se animaba a vocalizar: que la pelea -al igual que la que ocurre con Macri por los subtes, por la basura, o con Moyano- sólo coloca a la gente en una innecesaria posición de rehén de caprichos políticos. Y que ella recapacitó.
Hay quienes argumentan -ya sea para disculparse o para evitar confrontar- que, en una economía que se estanca, fue la falta de recursos nacionales lo que explicó la demora en la asistencia. Y que una vez hallada una fuente de financiamiento se procedió sin demoras a hacer disponible el dinero.
Lo curioso es que esos recursos salieron del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses, cuyo objetivo declarado es "atender eventuales insuficiencias en el financiamiento del Régimen Previsional Público, a efectos de preservar la cuantía de las prestaciones previsionales".
No hace falta un análisis demasiado sesudo para darse cuenta de que prestar esos fondos a tasas de interés menores a la inflación (recurrentemente a la Nación y esta vez a la provincia de Buenos Aires) no resulta una política consistente con el cuidado necesario para atender las jubilaciones y pensiones futuras. Pero hay otras consideraciones, un tanto menos obvias, que deben hacernos repensar sobre la justicia de este rol de la Anses como financista provincial. Porque, en realidad, se le está prestando a Buenos Aires dinero que.es originalmente suyo.
La creación de las AFJP en 1994 significó un profundo y súbito desequilibrio para el sistema previsional
La creación de las AFJP en 1994 significó un profundo y súbito desequilibrio para el sistema previsional. El hecho de que los aportes personales de los trabajadores ya no se destinaran a pagar a los jubilados y pensionados de ese momento sino que pasaran a ser acumulados en cuentas individuales generó un importante déficit en el sistema de reparto hasta entonces vigente. El mismo fue cubierto con la cesión a la Anses de ingresos tributarios que pertenecían a las provincias. Llamativamente, estas contribuciones extraordinarias se mantuvieron cuando se re-estatizó el sistema hacia fines del 2008. Así, entre 2009 y 2011, la Anses acumuló un superávit de 53.500 millones de pesos, que el Tesoro Nacional ha aprovechado para financiarse a tasas artificialmente bajas y con renovaciones automáticas a los vencimientos. Lo extraño de esta situación es que, en rigor, todas las provincias están cediendo un dinero que les corresponde, y deben luego hacer religiosa fila en Casa Rosada para ser bendecidos con alguna asistencia u obra pública.
La paradoja mayor se dio, quizás, con los fondos que el gobierno nacional ha reticentemente otorgado a Scioli para cubrir urgencias provinciales. En 2012 y después de atender el pago de jubilaciones y pensiones, asignaciones universales por hijo y entregas de laptops (entres otras erogaciones), la Anses tendrá un superávit estimado en 18.600 millones de pesos. Si ese excedente -originado en recaudación impositiva cedida por las provincias- se distribuyera de acuerdo a lo que la Ley de Coparticipación establece, a la provincia de Buenos le tocarían más de $2.300 millones, es decir casi cuatro veces los 600 millones de pesos que Anses le acaba de otorgar a un año de plazo y con una tasa que ronda el 17%. Hay que ser realmente hábil para prestar a otros dinero que les pertenece. Quizás a ello se refiera la Presidenta cuando se muestra a sí misma como ejemplo de buena gestión..

Acá el link: http://www.lanacion.com.ar/1493214-como-sacarle-provecho-a-recursos-ajenos

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