martes, 12 de febrero de 2008

La borra del cafe


Hace unos días atrás, en una cena que compartimos en casa con mi esposa y unos amigos charlamos de lo más fluído y siempre rescato de estas ocasiones que son potenciadores de energía. Me llamaron la atención algunas cosas que me gustaría compartir.

Diego, nos comentó que estaba muy feliz por haber vuelto a la utilización de las bolsas de residuos negras, y abandonar las del supermercado. Lo decía convencido, nos dió sus argumentos, de lo positivo que le resultó rescatar de las góndolas esas bolsas. Recuerdo que nos dijo "no me caliento más en poner doble bolsa, o cuidar que no se manche con mate el tacho o el piso". Parece gracioso, pero yo asentí y estaba de acuerdo. Llegamos a la conclusión que el consumidor en el super, quiere siempre tratar de llevarse alguna bosita más para utilizarla luego como bolsa de residuo y en cierta medida no gastar en las bolsas negras. Pero mejor aún fue saber que si uno tiene de las bolsas negras, cuando uno va los super "chinos" evita el enojo por lo aváras que son las cajeras chinas con las bolsitas blancas, que apenas sirven para llevar lo que uno compra.

Vivi, mi esposa, le dijo a Diego que había visto chinas embarazas para el asombro de nuestro invitado. Parece ser, que desde antes Diego tenía la impresión que no había chinas embarazadas. Se cayó su teoría. Parece que ahora se las ve en público.

Juan, nos comentó la teoría del universo que tiene un amigo suyo. Dice así: hay que pedir lo que uno quiere, en el universo está todo, sólo tenes que llamarlo, y te viene. Si uno no es preciso en el pedido, también te puede llegar algo, pero malo, de lo que no hace nada bien. Interesante.

Mi aporte fue la escucha atenta y pocas intervenciones.

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